NYFW en la recta final.

Termina la primera semana del calendario que muestra las propuestas para la temporada primavera-verano 2011 y la sensación que me queda al observar la mayoría de las últimas propuestas, es que los diseñadores americanos han trasladado la ligereza y simplicidad del estilo de vida de su cultura a su trabajo creativo. Para ellos es minimalismo, para mi y seguro mucho otros son propuestas un tanto aburridas, planas y cargadas de un facilismo extremo.

Sin embargo, los diseñadores tradicionales nos deleitan con propuestas bien estructuradas y pensadas en sorprender.

Monique Lhuillier: inspirada en un jardín o el paraíso de Adam y Eva como ella misma lo dijo, sus vestidos son propuestas elegantes, clásicas y dignas de ser lucidas en una alfombra roja. El blanco y el rojo son los colores predominantes, junto a estampados acuarela que convierten a sus vestidos en lienzos.

Hervé Léger by Max Azria: la dupla de diseñadores que parece no descansan, nos regalan una colección alejada del minimalismo de sus dos líneas propias para adentrarse en los principios y el estilo de Hervé Léger. Vestidos a bandas -típicos de la casa- inspirados en el corsé, calados y rejillas, componen la propuesta. Prendas diseñadas para esculpir los cuerpos trabajados y esbeltos de las seguidoras de la marca.

Rodarte: Las hermanas Mulleavy han optado para esta temporada por prendas de inspiración artesanal y rustica; en donde los bordados románticos, los estampados de cuadros y la superposición de prendas, le dan a la firma un nuevo aire. Los zapatos sin duda serán un objeto de culto por sus formas y trabajo manual, son casi escultóricos.

Marchesa:  algunos detalles de oriente, bordados, plisados y drapeados; componen la colección de Marchesa. Trajes pensados para fiestas de ensueño, para mujeres que aman enfundar sus cuerpos en creaciones en donde se cuida hasta el más mínimo detalle.