lunes, 2 de abril de 2012

Así, asumo, la crítica de moda

Vestir a la moda y simplemente vestirse son dos conceptos en los que he venido pensando últimamente. Mis reflexiones las ha producido el sin número de comentarios que a diario leo en la red sobre el fenómeno de los últimos tiempos que ha hecho que las sociedades se preocupen más por su apariencia. De ahí que hoy en día invirtamos tiempo y dinero en cultivar la belleza de nuestro cuerpo con la intención no solo de vernos físicamente agradables, sino también con la intención de lograr aceptación en ciertos grupos sociales y un estatus que nos clasifica y nos da puntos extra en esta guerra de egos en la que vivimos.

Por lo tanto, vestir a la moda, según mis conclusiones, es enlistarse en tendencias de temporada; ser adeptos a marcas que innovan en sus productos y alimentar ese gusto exquisito por los detalles que no está ligado exclusivamente a una capacidad adquisitiva sino a un deseo personal por ser diferente. Vestirse bien o vestirse, es entonces para mí, adaptar el estilo personal a las propuestas que marcas comerciales asequibles a todos ofrecen, sin darle importancia a los cánones que una industria como la de la moda y el lujo imponen cada cierto tiempo.
 Asumir alguna de estos principios que propongo, no debe confundirse con un derecho a criticar y destruir al otro. El principio que todos, sin importar la posición frente al tema que tengamos, debemos adoptar, es que cada uno se viste de una u otra manera porque tiene una motivación interna que lo impulsa a hacerlo y esa motivación está ligada sin duda a factores culturales y sociales que te llevan a asumir tu estilo como manifestación de lo que te rodea.
La moda, sobretodo en realidades como la nuestra, no puede convertirse en un entramado más de intrigas y odios. La moda se debe tomar como un elemento cultural que permite la diversión, el juego de rol y principalmente la individualidad. Aquellos que se preocupan demasiado y trascienden al extremo la prioridad de verse bien, rayan para mi en la locura. Lo dice Miuccia Prada: “La moda debería ayudar a las personas, no darle problemas adicionales”…

Yo en mi proceso de experimentación y adopción de la moda como mi gran pasión, también tuve mi momento de crítica destructiva; pero cuando observé con detenimiento el día a día y la realidad de la calle, me di cuenta que seguir tendencias globales no te hace más o menos, que a fin de cuentas vestirse bien o no como muchas otras decisiones que tomamos a diario, son estimuladas por lo que te hace feliz o te ayuda a lograr un propósito personal. 

Pensar que con la crítica masiva y cruda se logra un cambio en el pensamiento es un error. Pero trabajar con disciplina y dedicación; visión, creatividad e innovación es acertar y aportar a un negocio que para sobrevivir necesita ser inclusivo y lo suficientemente amplio como para satisfacer las necesidades y los deseos de todos.

Estar a la moda no es solo usar lo que te sienta bien, estar a la moda es comprender que en el ejercicio diario de exigir y esperar respeto, a veces hay que hacerlo desde lo más simple. Ser fashion victim no es ser superficial, así como no serlo es sinónimo de intelectualidad. Quienes disfrutamos y queremos vivir de este negocio, tenemos que asumir una posición de consejeros; nuestra misión más que promover el “buen gusto”, es divulgar lo que cada año una industria califica como aceptable o tendencia; el otro decide si acepta sumarse a ella…

3 comentarios:

  1. Buen artículo! Creo que la crítica es sana hacia y para la industria, pero tienes razón, se está yendo más hacia la gente y como bien dices, hay un trasfondo socio-cultural detrás de todo vestir. Abrazo!

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  2. Mi posición, siempre desde el respeto, es no prestar un espacio en mi sitio web a temas, opiniones o tendencia que no comparto desde la estética que resultan de mi conocimiento y experiencia. Defiendo el *buen gusto*, y considero que puede ser contrariado. Resulta de la armonía que se genera en colores y formas precisamente con lo que sería mi tema: la Asesoría de Imagen, más allá de tendencias y altos presupuestos. Aplaudo tu posición. Siento que es un paso y un avance de todo tu proceso de profesionalización en este medio. Besos mil.

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  3. Me agrada leer una visión pacífica que no destruye la posibilidad de otras miradas, diferentes a lo que se considera "el buen gusto". El "buen gusto" es solo producto de un concenso de ciertos grupos sociales y como tú dices, buscar estar a la altura de ese gusto nos permite ser aceptados y nos da un status más alto. Pero la moda debe reconocer otras miradas que no buscan ser aceptadas, que no piensan en el status, que tal vez encajan en otros grupos sociales. Qué haría la moda para encontrar inspiración si no tuviéramos tantas perspectivas? Me agradan tús observaciones al respecto, felicidades.

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